La pérdida de datos puede tener devastadoras consecuencias operacionales, financieras y jurídicas, puede causar un daño considerable a la imagen de una empresa, e incluso podría poner en peligro su existencia.
La seguridad informática es una base indispensable para que los procesos de negocio funcionen sin problemas, independientemente del tamaño de las empresas y la industria en particular.